domingo, 29 de abril de 2018

Cuando un Amigo se Va, el Reencuentro de Viejas Amistades Es como una Terapia de Consuelo ante el Dolor por la Partida



El parque, los viejos bares del pueblo en el fin de semana y la iglesia en domingo, eran las casas oficiales de aquellas viejas amistades. ¿Cuánto tú tienes? Era una pregunta que nos unía en el esfuerzo. ¿Cuánto tú tienes? era la pregunta clave del grupo para la diversión. ¿Cuánto tú tienes? Era una pregunta que podía empezar el viernes y terminar el domingo en aquellos viejos bares de San Cristóbal como La Plaza, La Montecarlo, El Intermezzo o en aquel colonial Bar Jaqueline. Cuando un amigo se va nos obliga a volver al pasado para recorrer por aquellas particularidades graciosas y serias que nos unían tanto.

Miguel, no podía ser diferente a su Madre, Dona Germania, una educadora tan dulce, con la paciencia de acero para soportarnos a nosotros, un grupo de tigueres sanos, que le invadíamos su hogar como Pedro por su casa. Fuimos un grupo de amigos que la vivimos todas, a veces muy en buena en la terraza de un bar del pueblo aplaudiendo al camarero, pero otras veces estábamos tan en mala, que hasta nos subíamos tres en la cola de un cigarrillo que “fildeábamos” de una esquina a otra con aquella vieja seña sobre el hombro para pedir un cabo que se acercaba. Pero éramos jóvenes respetuosos y felices como Miguel.

Cuando un amigo se va, el reencuentro no solo se produce en el pueblo que vio nacer a aquellas viejas amistades, ese reencuentro también se produce en un cruce de llamadas que se dan hasta de continente a continente, entre los amigos que ya no están en el pueblo y quedan frio ante la noticia de aquella partida ineludible y, que no pueden ni creerlo por lo que tienen que llamar al otro amigo que le confirma sobre uno de los nuestros que se fue. De todas las llamadas que se producen cuando un amigo se va, la más seria es aquella que buscando consuelo nos dice: “Y total, que por ahí vamos todos”, algo para pensar.

La familia y los amigos son seres queridos muy especiales y, cuando esos seres queridos se nos van debemos eternizarlos en las cosas más especiales y graciosas de ellos. Una de las cosas más bellas para recordar de aquellas amistades es la solidaridad. Cuando un amigo caía en mala por algunos malos pasos, los buenos amigos se preocupaban y buscaban como participar en la solución. Luego de aquella reunión que se hacía en el grupo de amigos, en la que se hacia la pregunta: ¿y qué es lo que le pasa a fulano que se le está notando últimamente una terrible “Malandria”? entonces se hacia el análisis y alguien le entraba con los consejos.

Así quiero recordar a Miguel Bazil, como a un amigo que no solo daba cuerda, sino que también participaban en las soluciones, Miguel fue un amigo alegre, noble, pulcro, que siempre andaba bien vestido sin tener 50 camisas, solidario como las nobles familias en las que nació, de gente que le han beneficiado a San Cristóbal predicando con los buenos ejemplos. Estas son las virtudes en la que debemos encontrar consuelo cuando un amigo se va. Porque son estas las cosas en las que tenemos que reconstruir ese eslabón perdido, por los que vienen detrás de nosotros, para nosotros mismos ser agradecido de lo noble que hemos vivido al lado de tanta gente buena que tuvimos la dicha de conocer como Miguel. 

Después de la pena quiero darle un aplauso a Miguel Bazil, porque es la mejor despedida, agradecerle, darle las gracias por todo lo que aprendí en su entorno y recordarte por tus virtudes, tu alegría y tus relajos. La casa de Miguel era como una embajada en donde casi todos los amigos de la época y de ese entorno buscábamos refugio para aquella resaca de los lunes, donde todos acudíamos para hacer un serrucho para aquella sopa que nos sacaba de aquel malestar. No olvido en aquellos lunes la cara de Cuchito y La Pre dos amigos entrañables de Miguel y de todos nosotros que partieron primero. Gracias Miguel, te recordaremos por siempre porque te ganaste el aplauso por ser uno de los amigos más solidario, que es una de las virtudes más alta del ser humano, gracias hermanito por siempre.









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