domingo, 20 de agosto de 2017

¿Usted sabe por qué no Habló Fabián el 16 de agosto?


 
 
 
Cuando en el pueblo un hombre sin dinero y nada de bonito se conseguía una mujer que estaba como dicen allá, por el libro, muy buena, siempre había alguien que preguntaba: ¿Pero dime algo! y qué fue lo que le vio ese Mujeron a ese hombrecito? Entonces venia alguien y le decía: No, espérate, ¡ese tipo tiene una labia! y además le decía: “Ese tipo habla tan bonito, que te habla a ti al oído y “tú lo besa” a lo que el criticón, que tenía fama de ser alérgico al sudor de hombre y odiaba las camisas rosadas decía: Mucho cuidado, que yo soy un hombre y yo no relajo con nadie con eso. Y los demás explotaban de la risa y el tipo se ponía rojo porque él creía que aquello se pegaba como la “Papera”.
A quien tenía fama de hablar lindo en el pueblo, le decían pico de oro y en los grupos de amigos tenía cierta distinción y hasta cuando iban a los lugares públicos estos distinguidos de la palabra eran a veces exonerados en el serrucho que se hacía para pagar las cuentas en los bares, porque aquel “habla bonito” le daba al grupo de amigos un toque de distinción con su verbo. Cuando se daban las serenatas, el pico de oro era el encargado de dedicarle la serenata a la novia y al terminar la serenata casi siempre el novio en el camino venia contento preguntando al pico de oro por el significado de tal palabra mencionada bajo el sonido de la guitarra al dedicarla.

Eran los tiempos románticos de la palabra, de las canciones con poema. Era la época en que los grandes oradores los conocían como hoy se conoce a cualquier artista popular. Los Palacios de Justicia se llenaban de gente que iban detrás de las oratorias en estrado de aquellos buenos abogados. En el país hubo una cosecha de muy buenos abogados que se preocupaban de la palabra y del canto del discurso. Los profesores eran genios del convencimiento, muchos fascinaban a sus estudiantes, que se deleitaban escuchando las explicaciones de aquellas clases en el aula.
 
La palabra era tan poderosa, que había contratos QUE SE HACIAN sin páleles, poniendo la palabra de garantía únicamente, y hasta cuando los jóvenes hacían sus compromisos de amor los adultos empeñaban su palabra como garantía por aquellos jóvenes que se comprometían. Pero sucedió lo que casi nadie se imaginó, vinieron los cambios y las malas influencias cuando se globalizó lo peor.

Quienes heredaron el poder heredaron la palabra. Los viejos del pasado como los de hoy se creían eterno, por eso no prepararon lo mejor para el relevo y los que estaban al asecho se convirtieron en los picos de oro, entonces vino la desconfianza de la gente y el desinterés por la palabra. Porque los nuevos gerentes de la palabra la relajaron con sus mentiras y simulaciones y algunos hasta se comieron animales muertos jurando y empeñando la palabra de “honor”.

Hoy cuando nos acercamos a cualquier persona para decirle algo, lo primero que pregunta es: ¿Cuál es la cotorra? No quiero muela “No me venga con mareo dime lo que hay” “Yo no cojo esa” “Móntame, pero móntame algo bien, no cotorra” “No quiero Bla Bla Bla. Los titulares que más comentarios cogen hoy en los periódicos dominicanos son las mentiras que dice cualquier político del gobierno, por ejemplo: “Presidente del Senado sale del lodo con traje blanco impecable” cuando un periódico publica un titular así, la cantidad de maldiciones en los comentarios son incontables. Y la gente se golpean hasta de las paredes de la rabia.

Pero hoy, cada vez que el presidente dice un discurso, la gente dura en las redes sociales más de tres semanas haciendo Memes, diciendo relajos de las mentiras contenidas en ese discurso y los periódicos que no dejan de ser bocinas del gobierno también le sacan provecho a ese discurso porque empiezan a tomar frase por frase de las que más provocan la rabia del público para que los lectores en el pie de esa noticia se den gusto escribiendo todo tipo de epíteto contra el mareo del mandatario.

Y hay algo que no nos deja mentir, el gobierno ha tenido que habilitar edificios con gente trabajando casi los tres turnos con el objetivo de contrarrestar en las redes sociales esos comentarios negativos a la popularidad del Presidente, esos son los llamados paleros digitales con cuentas falsas en las redes sociales, para decir únicamente que el gobierno es el major de la bolita.  Por eso el presidente ha optado por el silencio, como a quien le dicen: Mire Señor Presidente, calladito se ve más bonito.

 

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Abinader y La Juventud