jueves, 14 de febrero de 2019

Lo Peor De Una Infidelidad No Es Lo Sucedido en Otra Cama, Es Otra Cosa


                                                                             


NO A LA REELECCION Y PUNTO. 
En el caso hipotético de que una Dama mía con la que he soñado el cielo eterno, me brinque la tablita o me muerda la soga en otra alcoba, de una cosa puedo dar fe, que ninguna canción rompe vena, de esas que le piden al cantinero un trago en una copa rota, va a ser escuchada por este que está aquí. Yo puedo asegurarle que, si eso llegara a suceder que yo lo sepa, ninguna compañía de expendio de alcohol hará su navidad con este cuerpo roto y, no es porque me sienta más hombre que todos los hombres para tener la fuerza del Sansón del amor para no sentir pena. 
No, JAMAS. Como todos los seres humanos siento miedo, a veces siento pena, otras veces extraño, a veces deseo: “Si yo estuviera con ella”. La diferencia es otra, cuando tu aceptas los hechos y respeta las decisiones de la otra persona por principios, aunque te duelan. Porque siempre duelen. La mayoría de los hombres que convirtieron sus penas en terror con víctimas fatales en acciones típica de feminicidio, se debió a la falta de conciencia para entender y respetar las decisiones de la otra persona, aunque te relajen y se rían de ti por lo que llevas en la frente que no te dejas entrar por una puerta pequeña. 
Pero de lo que debieron preocuparse esos Hombres o Mujeres tan molestos con la brincadera de tablitas de sus parejas no se preocuparon, fue de esa frustración que deja una infidelidad, que te recomienda no creer en nadie nunca más en tu vida. Hay una canción de nombre “Poquita Fe” en la que el compositor se arrastra llorando y pidiéndole a su nuevo amor que perdone su comportamiento, y le suplica: Tú tienes que enseñarme de nuevo a amar y a perdonar, o sea, el compositor ya ni se acuerda del pecado que se cometió en otra cama contra él, ahora lo que trata es de curar su poquita fe. 
Así anda una Muchacha de nombre RD, desde Pedro Santana viene teniendo unas relaciones con unos tigueres de pocos sentimientos, Ladrones, Embusteros, Magos de la Patraña hasta mas no poder, Cara dura, sinvergüenzas. Pero se nos olvida que todos los males materiales se pueden resarcir. El principal problema de hoy es la frustración que hay en cada dominicano para volver a creer que alguien sirve. Los últimos Tres Matrimonios de “Patria” con esos tres que debieron ser tres difuntos en la vida pública hace rato, han sido de los más frustrantes, por las cosas buenas que se creía de ellos tres. 
Las cosas materiales robadas, con un gobierno serio se recuperan, pero recuperar la fe que nos ROBARON estos maleantes, a veces necesitamos hasta de ayuda de un buen tratamiento médico. Por eso cuando aparece alguien con buena fe, que sale de su confort para dar un paso al frente, la frustración colectiva se desborda para azarar el camino con sus especulaciones sin sustento. Aprendamos a diferenciar una especulación de una verdad. 
Yo creo en el Señor, Antonio Tavera Guzmán, creo que el habla en serio y con el corazón. No tengo razón para pensar diferente, yo manejo también mis evidencias, Cuando especulo sobre lo que digo, lo advierto para que los lectores que me lean también se cuiden de mis errores, como humano que soy. Y eso lo hago porque me respeto y me daría vergüenza que ustedes que confían en mí, me atrapen mintiéndole sin ningún sentido. Luchemos contra la Poquita Fe.


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Abinader y La Juventud