domingo, 11 de noviembre de 2018

Como Encontrar la Luz Para Una Sociedad Que Se ha Quedado Totalmente A Oscuras


                                                                           




Cualquier persona se puede resentir por algún motivo y, hasta en los irracionales nos damos cuenta que existe el resentimiento, tu patea un perro y cada vez que ese perro te vea hasta dentro de un grupo de personas te distingue y te mira con ojos profundos para sacarte a parte. Los resentidos sociales tienen razones diferentes y manifestaciones diferentes. Hay un resentido que es muy común en el transporte público, ese lleva el rostro untado de odio, es incómodo porque hasta de su mirada emana fuego, pero es como una tormenta que ella misma se anuncia para que tú la observe y te cuides.

pero el peor de los resentidos sociales es uno que sonríe, abraza y te dice que te ama y hasta te da el beso del que vendió a Jesucristo. Creo que lo que hoy vive mi país es el resultado de un resentimiento por partida doble. El hombre que nos dirige lleva un resentimiento de “niño pobre” que se está cobrando y, otro resentimiento de viejo molesto por los reclamos que le hacen todos diciéndole que lo ha hecho muy mal. Y en vez de escuchar las quejas y mejorar, lo que ha hecho ha sido soltar todo en banda para que al País se lo lleve el diablo. Solo así se explica el desorden que se puede evitar.

Policías en las cámaras saqueando camiones accidentados, Policías en ejecuciones que parecen tumbe en plena cámaras, Jueces con una tienda de impunidades a la vista de todos, préstamos sin parar para que los pague el diablo, Diputados y funcionarios con miles de millones sin explicación, Jueces y Fiscales nombrados por los mismos ladrones, la delincuencia matando por un celular, no hay luz y mas millones para las plantas que no prenden y no hay una autoridad que de una rueda de prensa, pobrecito mi País..

En el pasado nadie hizo tantas maldades sin ninguna explicación. Pedro Mir dijo que eso No merecía llamarse País, pero él lo dijo porque no vio este de ahora, porque si ve este llamado País se cae muerto otra vez.  Y la gente está como los pollos de granja, que el dueño entra para seleccionarlo Y matarlos y los pollos miran al dueño como si los estuviera felicitando por navidad. ¿Y ante esta calamidad que hacemos? Por eso fue que un día le dije a este joven y gran abogado que tenía que preservarse para lo que sea.


Y ahora al ver a este Enérgico Abogado regresar de una gran batalla que, aunque no esté concluida él va a ganar, creo que en caras como la de este joven y otros jóvenes está la salvación de ese pobre país que late como para morirse si alguien no le mete la mano. Es tiempo de que les demos la espalda a esos viejos que nos tienen secuestrado desde hace casi 30 años, no le sigan haciendo gracias al diablo, que ese pájaro malo esta envalentonado y nos ha demostrado que es capaz de lo que sea. El resentimiento lejos de aconsejar a su amo, le va a seguir dando malos consejos para que nos siga matando.  


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Abinader y La Juventud