UNA RESPUESTA DESASTROSA. Lo
peor que pudimos haber hecho en el barrio cuando nos decían que alguien nos había
desacreditado, era buscar cuatro tigueres para que nos ayude a darle una pela
de lengua o una golpiza a nuestro supuesto “calumniador”. Cuando yo tocaba con
los Kenton, las barbaridades que se decían de los que estábamos en ese ambiente
era algo bárbaro y lo que más dolía era cuando esas mismas calumnias se la
contaban a tus padres, porque ellos lo sufrían, Había muchos refranes que eran trucos
de los calumniadores, entre ellos “cuando el rio suena es porque agua trae”
pero cualquier calumniador tenía la capacidad para poner a sonar el rio.
Por aquí por Nueva York anda uno de mis calumniadores, que era de los que
afirmaba cosas de mí y las contaba como si él hubiese estado en la misma habitación
donde se llevaban a cabo los hechos. Ahora, cuando nos vemos en el grupo de
gente de San Cristobal, él es el que más me abraza y me saluda con locura, pero mentira,
no es afecto ni locura, lo que tiene es un dolor por dentro porque él cree que
yo lo sé, que él era mi verdugo del descredito y lleva por dentro el dolor de
saber que es un mentiroso y yo nunca le he hecho el favor de enfrentarlo para
liberarlo pidiéndome excusa ni lo pienso hacer. No todo se reclama, a veces hay
que dejar que los culpables se reclamen ellos mismos sus culpas.
Sergio Vargas se fue al programa de uno de los tipos más plebes de la televisión
dominicana y con el coro de otros tigueres en ese programa, amenazaron a Andrés
L Mateo, pero lo más grande es, que el mas plebe de ese programa se quedó
callado y eso debió llamar a la atención del cantante. Don Andrés L Mateo es
una autoridad de la moral dominicana, pero no porque haya leído 500 libros como
usted dijo, sino porque mientras algunos merengueros se la pasan cherchando con
políticos corrupto, Andrés está defendiendo la Patria con la ropa de pelear.
En la agrupación suya Sergio, hay músicos que yo los he asumido como
hermanos hasta que me muera, que somos una familia de San Cristóbal y lo que
pase en esa agrupación suya claro que me tiene que doler. Sobre el caso de si
usted es o no es merecedor de ese Premio, eso puede ser discutible y hasta pudieran
ser subjetivo lo que se crea, el tema admite criterios diferentes, como siempre
sucede en esas entregas, pero sobre algunas cosas que dice Don Andrés, son innegables. Tenemos
que aprender a disculparnos entendiendo que no siempre lo hacemos bien.
No hay un país en el mundo donde los artistas coqueteen y le sirvan
tanto a los políticos corruptos como el nuestro, y eso ha sido siempre desde
cuando Trujillo, pero cuando el jefe se justificaba por el factor fuerza y “te
mato”. ¿En qué país los artistas tienen a los policías y a los guardias sirviéndoles?,
cuando ellos ganan para pagarse esos servicios que pudieran estar siendo
utilizado por la sociedad que tanto los necesita ¿y eso es gratis que los políticos
lo dan?, usted sabe que no hermano mío. Todo eso se lo dan a ustedes a cambio
de los votos de sus admiradores. ¿Y si yo lo sé, que soy un don nadie, Andrés L
Mateo no lo sabe?
Por último, Sergio, a veces con nuestro comportamiento al dar respuesta,
asumimos la culpa, no te eche la culpa de todo, Tu y Don Andrés son hombres
buenos que el país los necesita, la desgracia que te has tocado vivir a veces,
ha sido ser un cantante tan bueno cantando en el tiempo de los políticos más
despreciables y, que se han tenido que valer de tu humildad para ellos llegar
donde por sus propias patas no pueden llegar. A veces es difícil admitir que no
hacemos el mejor papel, pero podemos recapacitar y cerrar estas polémicas entre
gente buenas que el país necesita juntos. PD: Discúlpeme el jalón de oreja. Los
plebes de ese programa no son tus mejores amigos, eso es solo chercha mientras
dure la fama.
Muy buena reflexión, expresada con toda decencia. Verdades dichas sin ofensas. A Sergio Vargas lo que más le convendría es disculparse por las declaraciones funestas que ha hecho y que le han mermado la admiración de la ciudadanía decente que empuja hacia un mejor país. Su grandeza artística no está en discusión. Está sobradamente demostrada. Pero no podemos disociar al ser humano del artista. Quien haya llegado al sitial donde se encuentra el Hijo de Villa ya tiene suficiente para considerársele un gran artista popular; pero ese mismo sitial constituye un reto. Si el pueblo le admira y le concede tanto prestigio y respeto, ese mismo pueblo merece que el artista haga suyos los anhelos y las luchas que libra frente los que conspiran contra su bienestar. A Sergio le faltó comedimiento, mesura y hasta sentido común. Ante situaciones como la que se presentó con su canchanchán de San Juan, si no quería defraudar a su multimillonario compañero de partido, bien pudo guardar silencio, pues las palabras una vez salen de la boca son inmodificables. A mayor altura en la vida, mayor responsabilidad por lo que se hace y se dice. Un poco de precaución y mesura no le viene mal a nadie.
ResponderEliminarGracias Profesor Patricio. Muy amable
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