Si
fuesen Alemania y Suiza los líderes como productores de esta plaga de carne con
ojos y sexo masculino con nombre de macho, entonces no nos quedaría más remedio
que montarnos en los carros fúnebres que recogen a las victimas que producen
estos monstruos en estos países nuestros. porque no habría remedio. En estos
dos “paisitos” de romo, Bachata y Lambada, los hombres siempre han llorado por una mujer, siempre se han
amargado por ella, y los que menos juicios tienen hasta se han cortado las
venas cuando los botan, pero matar como matan hoy, ¡coño no jueguen que esto es
serio!
Las
estadísticas son una buena herramienta y casi siempre el mejor indicador del porqué
de esos resultados. Las Autoridades de Honduras y República Dominicana, si
tuvieran juicio, lo primero que hicieran fuera mirarse unos a los otros a ver
en qué otras cosas más se parecen tanto como se parecen en la cantidad de
feminicidios que producen llamados hombres en sus sociedades y eso sería una
parte importante para el remedio, pero ellos ni se miraran porque son tal para
cual y saben lo que hay.
Algunas
personas en sus buenas intenciones arman tesis para desactivar el muñeco que
mata y le echan la culpa a la crianza de familia para achacarle el problema,
pero esa tesis queda derrotada si miramos que millones de hombres de esos dos
países centroamericano y caribeño que viven en países desarrollados con ley y
programas muy bien activados contra el feminicidio no producen esos crímenes en
la misma proporción que lo producen algunos hombrecitos allá en aquellas
sabanas sin ley. Donde se vive con impunidad no merece otro nombre.
Usted
puede estar seguro que la mayoría de los hombres envueltos en estos crímenes a
mujeres que han sido su ex compañera, casi siempre son reincidentes en
agresiones contra esas mujeres u otra persona cercana a esas relaciones. Y
cuando alguien fue a poner la querella contra estos monstruos nada pasó,
ninguna autoridad hizo nada y en algunos de los casos, las autoridades
quisieron enviar una orden de alejamiento contra el hombrecito, con la misma
mujer amenazada, ¡que timbales!, ¡que desastre con estos locos gobernando!
Otro
indicador, ¿por qué se parecen tanto en la cantidad de feminicidios, los países
con los mismos problemas de corrupción, la misma criminalidad en las calles, la
misma impunidad y, en los mismos políticos estúpidos que prefieren buscar
remedio en la brujería como solución al desprecio que la gente siente por
ellos? Si mi país en la cantidad de hombres que matan mujeres se pareciera a
Francia o a Inglaterra entonces para que escribir, pero miren con quien parece
gemelo. Y no es que me acompleje que mi país se parezca a otro, sino la pena de
parecernos tanto en lo malo y las autoridades de los dos países no sepan razones
de los malos olores.
Cuando
ustedes vean a un hombre consultándose en un altar sobre el amor de una mujer,
escondan a esa mujer de la violencia que viene cuando el brujo no le funcione.
Hace tiempo que vengo mirando a muchos hombres en mi país consultándose en altares
por lo mismo y, miren hoy quien trae un brujo para consultarse los desprecios
de Patria, nada más y nada menos que a quien tiene que velar por una política preventiva
para que los feminicidios no se repitan como se repiten a diario en esos dos
países. Por favor cuiden la Patria, porque cuando el hombre salga del altar del
Brujo que trajo, viene por mas, viene por Patria.
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