El próximo 3 de Julio en el alto Manhattan hay una fiesta de apaga y vámonos pa allá. En celebración a la ida de retirada de una Familia Sancristobalense de esos que al hablar de San Cristóbal dicen, que ni lo alquilan ni lo venden, que ellos se van a vivir a su pueblo natal salga pato o gallareta en la pista. Y esta fiesta que le han planificado sus amigos para despedirlos como se despiden a los grandes, también es un gesto digno de comentar.
Así como los anglos llegaron a norte América a vivir el sueño americano, así también los dominicanos llegamos detrás del mismo sueño, pero el de nosotros era más completo porque tenía incluido el regreso a la tierra que nos vio nacer y que por circunstancias conocidas por los de mi país, ya es difícil encontrar a una familia que esté planificando lo que ya esta familia que se va planificó y realizó en sus diligencias para hacer posible este gran sueño admirable.
Para esta partida de regreso a casa de esta familia para san Cristóbal, siempre habrá mucho de qué hablar, tanto así, que hasta yo ya estoy habilitando un espacio en mi libro de San Cristóbal por debajo de la mesa para registrar esta ida como un hecho de amor a su pueblo, algo que no se da todos los días, pero no para hablar bondades de los viajeros de regreso, sino para hablar a profundidad de las circunstancias que nos obligaron a los de San Cristóbal a quedarnos de este lado del rio y hacer bembita al ver a otros regresar.
Este regreso de esta familia en este tiempo, será insólito hasta para muchos de allá, en los cuales al verlos caminar por el pueblo a pagar la luz, uno que otros preguntaran de vez en cuando: ¿y al hijo de fulana, el Mateo ese, lo deportaron de los NuevaYores? Porque ustedes saben que el chisme en nuestro adorado pueblo es una artesanía de entretenimiento. Y en ese sentido tenemos a verdaderos artistas y creativos en lo más alto del pensamiento.
De esta partida y la celebración de despedida a estos que vuelven y vuelven a comer pasteles en hoja, y a comer arepa por la mañana y dulce coco por la tarde, hay algo que valoro sobre manera, algo que me hace sentir orgulloso de mi gente de San Cristóbal y es que no he visto a ningunos de sus amigos haciendo juicio sobre esta decisión tan personal. Por el contrario, entre todos rentaron un salón que me dicen es de lujo y, en Broadway. Ellos solo hablan de lo que debes aportar para pagar el local y llevar para tu consumo, solo eso y nadie hace juicio de ninguna índole.
Y este gesto de esos amigos me hace tener fe en la gente. De verdad que esa Salsa musical tiene razón al decir que uno se cura, la gente se supera, las sociedades avanzan. En otros tiempos estuvieran las murmuraciones en las espaldas de los viajeros, destripándolos, y augurándoles todos los malos presagios por tan personal y hasta valiente decisión por amor. También hay que destacar que en Miami hay una familia amiga de prestigio que también se va de retirada para San Cristóbal y los amigos lo estamos asumiendo con todo el respeto que amerita la decisión de un Duverge que siente que su ombligo lo enterraron en SC.
Hay que destacar que las mujeres son muy conservadoras en eso de volver a su lugar de origen, sobre todo si ven que la seguridad y hasta las comodidades afectan a su familia, porque las mujeres en frente de las responsabilidades son el olfato de su familia y en estos casos de las dos familias que se van para San Cristóbal, veo a las mujeres en frente, asumir con gallardía la decisión que seguro nació en sus esposos pero ellas la siguen “Hasta que la muerte nos separe” y eso vale ser reconocido y sabido por otras gallinas que merodean la llegada de unos gallos retirados, pero con las espuelas en una cajita.
Pero no es la primera vez que los dominicanos no quieren regresar por inseguridad. Ya antes de la invasión norteamericana, “1916”, a comienzo del 1900 o un poco antes, una guerra civil y la delincuencia redujeron la población dominicana por los que murieron y los que se fueron corriendo de la violencia. Lo que significa, que en esto de correrle al peligro los dominicanos siempre hemos sido campeones de campo y pista. De esto les hablare más amplio en mi libro “San Cristóbal por Debajo de la Mesa”, para hablar de la emigración del presente en san Cristóbal. Pero en todos los tiempos la gente ha vuelto.
Con todos los buenos deseos por delante, nos vemos el próximo domingo en esa gran actividad que parece ser única en su clase en este tiempo y, desde ahora se lo digo, no quiero llanto por los viajeros que se van, recuerden que hoy ya no hay nada que nos separe, porque el amor y la tecnología vencieron la distancia. Hoy vivimos en un mundo en donde la calidad ha vencido por mucho a la cantidad, Si amas a alguien con todo tu corazón, déjalo volar, déjalo soñar, José José, A15 en el Intermezo, repitelo. jajajajajajajajaja, nos vemos allá.
“Más información: 162 Broadway, Parque de los Vagos” “Fiesta de traje” traje algo” Jjjjjjjjj
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